jueves, 26 de noviembre de 2009

DIPLOMACIA PATRIARCAL - Bolivia - Iran

Envio el artículo publicado hoy en El DEBER, Los Tiempos , Nuevo Sur bajo el título de INTERNACIONALISMO PATRIARCAL
¡ Aún no sabía lo de la imposición del uso de velos a las mujeres en ocasión de la inauguración del hospital donado por la República Islámica de Irán en El Alto de La Paz! Irán ¿Socio? o ¿ un nuevo Patrón o modelo anti "imperial" ideal?


No puede concluir la presente semana, sin que manifieste mi profundo malestar ante la visita del presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad la cual, para decir lo menos, ha sido impertinente. Hacerlo en la víspera del 25 de noviembre, día internacional contra la violencia hacia las mujeres es una coincidencia lamentable que debió motivar la más airada protesta del conjunto de las organizaciones de mujeres cualquiera sea su filiación política.

Lamentablemente, esto ocurre días después que algunas mujeres afines al proceso liderado por el mismísimo Evo Morales, manifestaran su indignación ante las recurrentes expresiones ofensivas y chistecitos machistas de mal gusto que sin rubor ni pudor alguno condimentan los discursos de campaña de Su Excelencia y su entorno. Lo peor es que algunas de esas consignas habrían sido no solo festejadas sino incluso inspiradas por mujeres obsecuentes y subordinadas al candidato presidente que entiendo, contra su costumbre, terminó pidiendo disculpas a un grupos de mujeres en Tarija hace apenas unas horas. Esto no es nuevo, ocurrió en el pasado con otros candidatos siendo reflejo de la mentalidad machista de elites políticas que, no terminan de entender que la erradicación del patriarcado de la sociedad y de las relaciones familiares es condición necesaria para un cambio de verdad.

Es cierto, la gira de Ahmadineyad por esta parte del mundo tuvo el propósito de consolidar relaciones políticas con diversos países de la región, en especial con aquellos alineados a la corriente bolivariana. Al privilegiar éste acercamiento se archiva en el rincón de la gaveta la agenda emancipadora e interpeladora de toda forma de violencia impulsada por las mujeres y proclamada por la nueva Constitución Política del Estado. ¿Dónde quedó la consigna de tolerancia cero con la violencia de género? En Irán, el fundamentalismo islámico estatal discrimina y mata mujeres. Amnistía internacional y la Organización Mundial Contra la Tortura han denunciado al mundo la inequitativa aplicación de penas de muerte por lapidación a mujeres así como prácticas crueles, inhumanas y degradantes a la condición humana. El derecho a la vida desconocido en Irán se expresa en el reconocimiento y la aplicación frecuente de la pena de muerte por el Tribunal Revolucionario y otras instancias judiciales. Ello contradice el principio de respeto a la vida defendido por el presidente Morales y el Estado Boliviano.

Sería deseable que Bolivia se abra al mundo sin alineamientos político ideológicos radicalizados, tal como lo hace Brasil que se empoderó como país y constituye una referencia fundamental para todos los países y bloques del mundo. Lo preocupante es el relacionamiento preferencial con un Estado y una sociedad que no comparte valores de respeto a los Derechos Humanos y la búsqueda de igualdad que Bolivia reconoce luego de históricas luchas reivindicativas. ¿Qué intereses y visiones de poder político nos acercan a una Republica impregnada de fundamentalismos religiosos e ideológicos? Muy pocos. No olvidemos que el desarrollo de los pueblos del mundo tiene relación directa con los avances emancipatorios gestados a favor de la equidad de género y la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres. En este campo, Irán, no es precisamente un Estado que debiera inspirar a nuestros gobernantes.

domingo, 22 de noviembre de 2009

¿Y DONDE ESTABAN? a propósito de criticas y mentiras

( Respuesta a quienes preguntan, ¿ y donde estaba Ud. y que hizo Ud. cuando fue legisladora)
Gracias a la moderación de Aula Libre por haber dejado pasar la nota del Señor García, tan agria y atrapada en el enfoque maniqueo dominante que da lástima y al cual no corresponde responder, ¡Es el típico sujeto atrapado en la lógica del Péndulo Catastrófico de la historia, tan destructivo y cómplice del mito de la refundación permanente!; por cierto he escrito sobre ello.
Dicho esto, agradezco las múltiples expresiones de apoyo que me llegaron, las que aprecio de verdad, renegando por tan bilioso comentario. Confieso que esta circunstancia es propicia para decir algunas cosas que me nacen de manera genuina y que es bueno compartir con aquellas minorías no contaminadas con la tediosa y nada creativa fase preelectoral, que enterró en el olvido las prácticas de la buena deliberación.
Escribo con entusiasmo. ¡Conste! no es masoquismo, es más bien la reafirmación de quien tiene una alta resistencia a la frustración y no quiere ni debe callar ante tanto embuste. Siempre lo digo: hubo un tiempo para la perplejidad, la reflexión y la autocrítica, frente al dizque proceso de cambio y las sombras del pasado. Fue saludable hacerlo. Pero ese tiempo acabó, y el silencio en medio de tanta impostura hace daño a la salud, me produce una terrible jaqueca que no pienso padecer. Decirlo le hace bien a la misma democracia por la que luchamos y que es tan generosa hasta con aquellos que no creyeron en ella y la confunden con el reino de la excitación irresponsable.
Preguntan muchos - se nota, recién despiertan- . ¡Y dónde estuvo! ¡Qué hizo! ¡calienta asientos, levanta manos, etc.!; lugares comunes, estereotipos. Ojalá hubiéramos tenido recursos para publicitar lo hecho; recuerdo haber pagado solicitadas de prensa y radio, rindiendo cuentas de mis primeros años de gestión como parlamentaria. Ese trabajo fue posible gracias al aporte de colegas y colaboradores, no depredadores de la política (destaco el aporte de varias mujeres miristas que insisto era lo mejor que teníamos, Norah Soruco, Susana Seleme, Mauge Díaz, Mabel Cruz y muchas otras).
¡Ahora lo hago¡ ¡Valga de comercial, aprovecho Aula libre! Reconociendo el derecho a preguntar que asiste a muchos, yo misma comienzo preguntando de manera elocuente y ¿Ud. (s) dónde estuvo o estuvieron..
1. Cuando desde el Parlamento, del Senado impulsamos el Ley de Municipalidades, tomando la posta de un demócrata (opositor) como Guido Capra. Recorrimos el país entero. Renunciamos a tentadores viajes al exterior y con dedicación hicimos lo que al ejecutivo le correspondía. Ah! Luego vino la ley del Diálogo con una fórmula distributiva antipobreza válida hasta ahora. Y cómo no olvidarse de la ley de UPAS, del impulso a las mancomunidades a fin de contener el caos territorial heredado, y el afán fragmentador del territorio, la demanda de creación discrecional de municipios y hasta de nuevos departamentos que comenzaba con el intento de el Alto de convertirse en departamento, ni que decir de El Chaco y su décimo departamento. La descentralizació n municipal y leyes conexas fue la reforma redistributiva mas radical a favor del área rural y los más pobres. Diez años después, me emociona ver como jóvenes promotores en el área rural se apropiaron de las leyes de participación popular y de municipalidades inspirando múltiples iniciativas locales. Entre ellas se definió el marco legal para políticas de estimulo a la demanda de servicios sociales base del "bono esperanza", hoy Juancito Pinto, etc. etc. Pena, eran tiempo de vacas flacas y precios internacionales bajos.
2. Cuando, a iniciativa de Susana Peñaranda de del Granado, parlamentaria del MIR, y el aporte de sus mujeres, lanzamos un paquete de leyes anti corrupción, de acceso a la información, tipificación del enriquecimiento ilícito como delito penal, ah! Y la insólita ley de penalización a los partidos políticos que no sancionaran a la corrupción de sus servidores públicos, entre otras. El MAS elogió pero nunca nos apoyó, tampoco el partido, en fin. Sostuvimos el tema por mucho tiempo, sin éxito. Hoy son base de la famosa Ley anticorrupción M. Quiroga Santa Cruz. Con una diferencia: respetábamos el principio de presunción de inocencia. Hoy la venganza inquisitorial esta a la orden del día.
3. Cuando peleamos y acompañamos la legislación del Referéndum, la iniciativa legislativa ciudadana ya incluidas en las propuestas de reforma constitucional del 2002, y otras disposiciones trabajadas entonces e incluidas en la nueva Constitución.
4. O cuando, por resolver conflictos de límites, el caso de El Alto fue memorable, se tuvo que pasar por un verdadero callejón de la amargura. Eso fue masoquismo puro. No fue fácil lidiar con Pepe Lucho, compañero del partido que quería llevar sus dominios hasta Zongo y el mismísimo Lago Titicaca, y contentar a cinco municipios enguerrillados hasta encontrar luego de meses de tensión una solución inédita. Obviamente, no faltaban colegas que aconsejaban no meterse en líos que no eran rentables políticamente, porque "no te hacían popular". ¿Acaso ser servidor público es solo hacer cosas que te den popularidad, hay tareas ingratas pero son parte de las responsabilidades ineludibles? El bienestar de la gente está en juego. Nadie dijo gracias.
5. Cuando luego de 10 días modificamos por tiempo y materia la ley de saneamiento básico (sin dormir y bajo presión), buscando salidas creativas, en concertación con los técnicos que simpatizaron y apoyaron la memorable guerra del agua.
6. Cuando el 2004, propugnamos la necesidad de convocar simultáneamente la Asamblea Constituyente y el Referéndum autonómico ensamblando agendas encontradas. Finalmente eso ocurrió en marzo del 2006. O el 2005 cuando, viendo el impulso desestabilizador y el desgaste brutal, impulsamos la formula de adelantamiento de elecciones con renovación total del parlamento ( opción resistida por varios legisladores de la época, incluidos algunos del MAS)
7. Cuando con Julieta Montaño y como únicas mujeres en la mesa de concertación multipartidaria contribuimos a la conformación de cortes electorales con presencia de mujeres que hasta hoy hacen parte de ese reducto institucional todavía creíble.
8. Cuando peleamos para un cambio radical en la política de desayuno escolar, privilegiando la ración diferenciada en base al banano de Chapare, las Boliviaharinas (productos nacionales, soya, quinua, amaranto, etc.) que fue asumido con entusiasmo por los municipios de El Alto y La Paz , ampliando significativamente el mercado, asegurado a productos alternativos en menos de seis meses?.
9. Cuando en un debate re interesante y plural impulsamos la ley de reconocimiento al trabajo asalariado del hogar, ley que luego de cuatro años de incompetencia gubernamental recién comienza a reglamentarse. La ley contra la trata y tráfico de personasas, los ajustes a la de procedimiento penal. Del Defensor del Pueblo..También hubo construcción.
Aquí la corto amig@s; hay razones para estar con la conciencia tranquila, nunca robamos ni ganamos 50.000, ni nos pagaron celulares (a directivas quizá). Por si acaso sepan que hasta hoy mantengo una movilidad modelo 91... fui parlamentaria entre 1997 y 2005. No hay desesperación ni frustraciones, lo hecho hecho está pero, ¿saben?, fue un honor haber tenido esa oportunidad, por ello mismo es necesario seguir hablando.
Actuamos a la altura de las circunstancias pensando en el bien mayor; NO fuimos ni superpersonas, ni perfectos ¡vaya que se dieron metidas de pata! Pero corrupta y de mala fe, JAMAS señores y amig@s. Por ello seguimos haciendo escuchar nuestras voces constructiva y sin resentimientos, no nos acomplejamos al creer que VH Cárdenas y Germán Antelo eran la mejor opción para esta coyuntura... No salió, pena... aquí estamos, aquí seguimos.

lunes, 9 de noviembre de 2009

EVISMO :INSTRUMENTALIZACION DISCURSIVA DE LA HUMILLACION


CULTIVANDO ODIOS Y VENZANZAS

Las voces críticas al discurso presidencial y de su entorno más radical denuncian el odio, resentimiento y venganza que destila inflamando el estado de ánimo de sus fieles seguidores. Exagerada o no, esta critica, para ser efectiva y creíble debe liberarse de fanatismos y partir del análisis más objetivo de las lógicas discursivas y realidades que motivan tan malsanos pero reales sentimientos. Este sería un ejercicio de “deconstrucción” –en jerga anticolonial– que desnuda las contradicciones de un discurso oficial que, a estas alturas de los avances democráticos, poco tiene de defensa a la vida y a la dignidad, argumento al que se recurre en foros y para retrucar a periodistas “impertinentes”.

Desde los balcones, se alude con frecuencia a experiencias de humillación, extrema violencia e injusticia colonial en contra de los pueblos indígenas y de los oprimidos de la patria. La palabra “humillación” es vehementemente utilizada. No es casual, funciona y para incrementar su potencia necesita identificar desaprensivamente a los culpables.

¿Cuál es la racionalidad que sostiene esta permanente alusión a experiencias de discriminación y humillación, que el presidente dice haber vivido e intenta cambiar? El conjunto de datos arrojados por la Encuesta Nacional sobre Conflictividad realizada a principios de año, aporta a la explicación, de discursos deliberadamente orientados a despertar emociones individuales y colectivas poco constructivas.

Las respuestas a la pregunta sobre experiencias personales de maltrato y discriminación resultan reveladoras. Una mayoría de los bolivianos entrevistados reconoció haber experimentado discriminación, fundada en el color de la piel, en su condición económica, su apellido, forma de hablar, región de origen y por razón de genero. Quien alguna vez se sintió humillado y discriminado sabe que estos hechos despiertan intensas emociones como vergüenza, rabia e indignación que, de no revertirse, desembocan en prejuicios, desconfianzas y mecanismos de autodefensa que erosionan procesos de cohesión social y disponibilidad al diálogo.

Sería necio negar las injusticias y problemas sociales existentes. A veces la oposición intenta soslayarlos mientras otros intentan vengarlas. Napoleón señalaba que en “Política hay que sanar los males, jamás vengarlos”. Lamentablemente, para los estrategas del gobierno las realidades injustas se instrumentalizan dada la eficacia que ha tenido en su empeño por consolidar su proyecto de poder cada vez más distante de un proyecto de país y prácticas éticamente justificables. El uso sistemático de esta lógica, en lugar de resolver las injusticias, de sanar las heridas, alienta la espiral de conflicto y de la violencia. Cerrarlas no les quita el sueño.
En este punto, la idea del cambio pregonado se desvanece. Se subestima la democracia como espacio generoso de gestión de conflictos, optando por inflamar pasiones que hoy se contabilizan en perdidas de vida, violencia social, interétnica y política que las autoridades nacionales miran de palco.

Lo cierto es que no se cambia reproduciendo males e injusticias que humillan y lastiman la dignidad de las personas cuando el poderoso denigra al adversario real o imaginario. Sin medir consecuencias, el gobierno se aviene a la descolonización pregonada por F. Fanon, para quien la violencia es inevitable ya que “el colonizado es un perseguido que sueña con transformarse en perseguidor”. Peligrosa e irresponsablemente hay sueños que pueden transformarse en pesadillas. Dicho esto, ¿Dónde queda la democracia y el respeto a la vida y dignidad? ¿Mascarada? ¿Impostura? ¿Hasta cuándo?

RECORDS Y PARADOJAS PREELECTORALES (PARTES I Y II)

EL PADRON BIOMETRICO (I)

Bolivia sorprende. Hace tres meses, ¡nadie creía que el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) respondería con éxito al titánico desafío de concluir con el registro del Padrón Biométrico! Al límite de su cierre, la cifra de los empadronados supera en un millón la meta originalmente planteada (3.5 millones). Pese a incrédulos y algunos conspiradores, este record es una realidad proporcional al significado extraordinario de las elecciones del próximo 6 de diciembre cuya transparencia debe ser garantizada.

El mérito es de las máximas autoridades electorales en todo el país, de su capacidad de conducir un equipo técnico comprometido con desafíos de esta envergadura como el censo 2001. Sin embargo, imposible explicar este monumental logro sin el aporte de una población conciente de sus derechos y deberes ciudadanos. Participación excepcional que contradice la hipótesis de la fatiga electoral e indiferencia que en otras latitudes funciona, mas aún considerando que, en los últimos 5 años abundaron procesos electivos y consultivos que, a juzgar por sus resultados, no disminuyeron el entusiasmo electoral de la ciudadanía.

Recordemos. Desde el año 2004 hasta enero del 2009, asistimos a un total de 5 eventos consultivos/electorales de alcance nacional (Referéndums del gas y constituyente, elecciones municipales y nacionales presidenciales, de prefectos y de constituyentes, con los referéndums simultáneos incluidos), a los que habría que añadir las elecciones prefecturales de Chuquisaca y los 4 controvertidos referéndums ratificatorios de estatutos autonómicos en departamentos de la denominada media luna. ¡Vaya gimnasia electoral!

¿Cómo explicar esta cultura electoral tan arraigada que respalda el Record Biométrico? Unos hacen referencia a una conciencia ciudadana que se reafirma en tiempos de polarización política, ideología y territorial maniquea; otros mencionan el poder de atracción de una tecnología innovadora y al convencimiento generalizado sobre la necesidad de recuperar la confianza frente a un padrón cuya contaminación acumulada era políticamente insostenible. En fin, en esto de batir récords, sirva la circunstancia para evidenciar que la recuperación de la confianza electoral perdida también cuesta y ¡como cuesta! Los 40 millones de dólares que costó el operativo no son poca cosa para un instrumento importante pero que por sí mismo no garantiza transparencia sino se cuenta con una institución cuyos miembros sean idóneos, actúen con independencia y tengan la autoridad moral y liderazgo frente a las pretensiones autoritarias y hasta totalitarias del oficialismo.

Pero la moneda tiene dos caras, mientras el éxito nos llena de orgullo y confianza, hay datos que nos devuelven a una realidad poco alentadora. ¡Que Bolivia ocupe el último lugar del el Ranking Latinoamericano 2009 sobre desarrollo democrático promovido por la Fundación Adenauer nos confunde y descoloca! Conceptualmente, el desarrollo democrático no se reduce a lo electoral procedimental, abarca dimensiones como el respeto a la legalidad a la institucionalidad, a los derechos y libertades ciudadanas así como a la eficiencia de la gestión gubernamental como fuente de bienestar y desarrollo económico sostenibles. Evidenciamos que la cultura electoral – que hoy celebramos - no es equivalente a calidad democrática, esta última en retroceso y cuya crisis sistémica ¡paradójicamente! no será superada pese a tanta apuesta electoral.
GASTOS Y DESIGUALDADES (II)

Pasaron días desde que, desde esta columna celebré anticipadamente el éxito del padrón biométrico. Este nuestro “Guinness” político electoral, ratificó algunas lecciones que los extremismos de moda no quieren aceptar. El poder de la unidad y del consenso se impuso al avasallamiento; la independencia del Organismo Electoral y de sus conductores supo resistir las presiones oficiales de instrumentación electoral del proceso, para finalmente destacar la demanda ciudadana de confianza y transparencia. Mencione el alto costo de desterrar la desconfianza, menor, en todo caso, al costo de eventuales turbulencias traducidas en ingobernabilidad e conflictividad ocasionadas por un padrón altamente contaminado.

Pero si de batir récords se trata, lamento destacar otro menos virtuoso. Me refiero a los gastos de campaña y a los términos de desigual competencia de los contendores respecto al partido oficial. Hacer política cuesta. Es un dato de la realidad que no analizamos en toda su dimensión y que alimenta el permanente e irreflexivo discurso de deslegitimación moral de la actividad política. Dinero y política plantean una relación por demás urticante que explica actitudes de autoexclusión y marginamiento de hombres y mujeres que podrían haber sido los más indicados para enfrentar los retos y desafíos post electorales y de construcción del nuevo Estado.

Las elecciones de diciembre serán las más costosas de la historia, bastando con el MAS para asegurar esta nueva marca electoral. ¡No es una exageración! La figura de la reelección presidencial sin dejación del cargo rebasa las posibilidades de control de gastos por parte del organismo electoral. Este hecho sumado a la bonanza económica estatal y a la cultura prebendal revitalizada son factores que contribuyen a esta nueva marca que superará en tiempo, dinero y frecuencia los parámetros de la propaganda política desplegados durante los denostados 25 años de historia democrática.

Ningún bolsillo privado podría igualar la capacidad financiera del MAS, que cínicamente se nutre de una nueva versión de gastos reservados proveniente de la cooperación venezolana, libre de todo control, y que engorda con el presupuesto publicitario de múltiples reparticiones gubernamentales. Mejor ni hablar del sectarismo del sistema estatal de comunicación (Canal 7 y Patria Nueva) que hace gala de reproducir los males del pasado.

La evidencia es incontestable. Calcule el lector, 10 dólares el segundo televisivo. La cifra por día, desnuda la impostura de todo discurso de austeridad y auto victimización de quienes dicen aportar militante y humildemente – para la caja chica - con 10% de sus ingresos o con una dotación de coca chapareña para sostener la más millonaria de las campañas de nuestra historia.
Desde la victoria electoral del 2005, el gobierno del cambio recurrió al persistente uso y abuso de la propaganda política. Es grosero. Sin tregua, la propaganda adormece y agobia, hace gala de su eficacia mientras sin rubor, se ha promovido la suspensión demagógica del subsidio estatal a la actividad política. Con ello se ha condenado a la política a promover candidatos como si se tratara de mercancías…de lujo y no un bien publico que debiera contar con el apoyo Estatal. Con la paradójica neoliberalización del financiamiento político, no hay manera de bloquear flujos financieros de dudosa procedencia. Es grave. Todo parece confabular contra la renovación de un sistema político plural que coadyuve a recuperar el sentido de comunidad nacional perdido.